El hombre que nunca estuvo allí.

Mariano Rajoy, no toi (La Sexta noticias)

A lo mejor es sólo percepción mía pero, ¿no da la impresión de que Mariano Rajoy sale cada vez menos en televisión y en otros medios? ¿No parece que, poco a poco, esté desapareciendo de nuestras vidas, hasta haberse desvanecido?

Desde hace meses, cuanto peor van las cosas no sólo en el ámbito económico, si no sobre todo en lo que ya podríamos llamar “el ámbito de la corrupción”, cuando toca salir a dar la cara, nunca lo hace el que se supone que rige los destinos del país, el que se supone que tiene que poner el rostro para que le lluevan las tortas. Mariano, para ese menester, parece no estar disponible nunca.

Está claro que Rajoy dista mucho de ser un idiota. De hecho, la estrategia que está poniendo sobre el tapete con concreción maestra es propia de una mente preclara. Después de lo que le ha costado llegar a presidente (poca idea nos hacemos de la cantidad de mierda que ha comido Mariano para llegar hasta donde está. La cantidad de desplantes en su partido, de elecciones perdidas, de puñaladas por la espalda…), después de haber hecho todo esto, Mariano no piensa dejar el gobierno así sin más. Y sabe, porque, repito, no es idiota, que, cuanto más expuesto esté, más se quemará. De hecho, esconderse, que puede ser de lo más cobarde y rastrero, en este caso, además de eso, es un movimiento que está teniendo éxito. Ya casi no se habla de Rajoy. Se habla de Wert (al que Mariando deberá grandes favores por todos los palos que se está llevando en su lugar), se habla de Sáez de Santamaría, de Montoro, de De Guindos. Incluso (por Dios Santo!) se habla de Fátima Báñez, (como si hubiese algo interesante que decir sobre ella.)

A este paso el presidente se convertirá en un rumor, en una leyenda urbana de esas que se asegura tener pruebas. “Que sí, que yo no lo vi, pero un primo mío de Segovia me dijo que le había visto en el Parlamento.” Pero lo que quiere Rajoy, lo que tengo la impresión que tiene planeado, es confiar en que esto escampe en menos de dos años, aguantar agazapado sin convocar elecciones anticipadas, que la economía se recupere un poco, colgarse las medallas y cobrarse todo lo que este marronazo le está costando.

En definitiva, la estrategia de Mariano es ponerse de perfil, dejar que escampe y esperar a que la ciudadanía española se olvide de los recortes, la corrupción y la supresión de sus derechos.

Lo terrorífico es que le puede salir bien.

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